martes, 16 de septiembre de 2008

¿Desaparecerá Público?

Hace unos días, para hacer algo más entretenido el trayecto en AVE hasta Madrid, compré el diario Público, al que vengo accediendo últimamente por vía electrónica. Me encontré con un periódico algo desfasado, vistas las lagunas que dejaba en temas candentes tratados con puntualidad por El País o ABC. Hallé, sobre todo, un diario desprovisto de publicidad, vacío de financiación, exceptuando algunas pequeñas ilustraciones de BMW y Telefónica. Tan desolador era el panorama, que los únicos anuncios a toda página publicitaban el propio diario, sus últimas promociones o su carácter urbano e independiente.


Ya me había llamado la atención que las cartas con respuesta de Rafael Reig, probablemente el comentarista y escritor más leído de Público, se quedasen sin colgar en la web del periódico durante varios días, obligando en cierto modo a adquirirlo en papel para poder leerle. La decisión de sustraer al internauta contenidos atractivos no me parecía, desde luego, muy estratégica, pues pone también en riesgo la publicidad, más o menos igual de menguada, con que cuentan en la red. De cualquier manera, lo interpreté como un indicio de cierta desesperación, y temo estar en lo cierto.


Amigos y compañeros excesivamente monocolores se muestran indignados por su inclinación socialista. Ha calado en ellos el reduccionismo difundido por la derecha, que convierte el rotativo de Jaume Roures en un órgano de propaganda zapaterista. No deja de ser cierto, en efecto, que desde la campaña electoral hasta el día de hoy su actitud más visible, comenzando por las opiniones del insulso director, se ha caracterizado por la persecución simplista del conservadurismo, la condescendencia excesiva con el gobierno y la superficialidad en política internacional. Bien harían si tomasen nota de las razones que hacen de Reig la firma más leída, en lugar de escamotearle sus párrafos al lector. Sin embargo, llevar esta crítica hasta una posición extrema, en una muestra de repulsión hacia cualquier tendencia política que no sea la propia, conduce a despreciar el hecho de que en Público encuentran espacio desde Belén Gopegui a Pascual Serrano, de Amador Fdez. Savater a Rafael Escudero, de Fernández Liria a Santiago Alba.

Si no tomamos nota de esto, volveremos a la aciaga tradición suicida de la izquierda, siempre generosa cuando se trata de desangrarse. Mientras leía con desazón las páginas del único diario progresista en España, escuchaba interrumpidamente a algunos ejecutivos comentar a mi lado: ‘Yo estos años invertí casi todo en bolsa, aunque adquirí algunas parcelas’, ‘si necesita setenta mil, confírmale que mañana podrá disponer de ellos’… Frente a ellos yacían abiertos El Mundo y Marca.

7 comentarios:

Eugenio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eugenio dijo...

No leo prensa escrita. En Internet me limito a ver la viñeta de El Roto en elpais.com y a leer a Rafael Reig en publico.es.

De todos modos, resulta triste esa decadencia temprana de Público. Supongo que los dueños prefieren invertir en fútbol.

Sebas Martín dijo...

Sabia elección, estimado Eugenio. De seguirla, me ahorraría seguramente variadas somatizaciones y cabreos, además de una buena porción de tiempo diario.

Yo recibí la salida de Público con entusiasmo, y creo que su desaparición mermaría el ya de por sí escaso pluralismo mediático de nuestro país. Pero, en efecto, para gozar de pluralismo, ya tenemos la posibilidad de hacer un uso selectivo de los medios en la red, cogiendo de aquí y allá lo que más atractivo nos resulte.

Un saludo afectuoso

PS. Por cierto, ya que eres un lector infatigable, me conmovió profundamente leer ayer la conversación entre el obispo de Digne y el parlamentario de la Convención en 'Los Miserables' de Hugo. Pocas veces (Dreyer también lo hizo en 'Ordet. La palabra') se acierta en el sentido que puede tener la religión en la modernidad, ¿verdad?

Anónimo dijo...

Me alegro que haya retomado con energia su blog, nos tenia abandonados de sus comentarios casi siempre certeros. En cuanto al tema del periodismo, habria mucha tela que cortar, pero entre otras cosas le diré, que Publico, ya que como dice no tiene muchos anunciantes(por tanto no se debe a ellos)deberia ser más audaz y dar una información más progresista.De todas maneras las cosas están cambiando y es verdad que las nuevas tecnologias pueden acabar con la prensa escrita. Lo que ya me niego a leer es al inmundo y las noticias de sudamerica del pais, no pueden ser más defensores de los oligarcas que hay alli,la tienen tomada con Evo etc, yo me pregunto que intereses tienen alli los de prisa, sabria decirmelos? un saludo.

Sebas Martín dijo...

Ojalá supiese, querido anónimo, lo que tan sólo llego a atisbar. Algo sé de todos modos acerca de los intereses empresariales de PRISA en Colombia, y según he leido es dueña de grupos editoriales que distribuyen en Bolivia, Ecuador y Venezuela.

Quizá alguna información más veraz y precisa puedes encontrarla en el blog de Bartolomé Clavero, cuyo enlace está en la selección de blog's de este portal.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Gracias,intentaré leer ese blog.

GuanacoEH dijo...

Al margen de los intereses estrictamente periodísticos (que son muchos y en variados países), PRISA es dueña del pulpo llamado Santillana, que lanza sus tentáculos sobre todos y cada uno de los países de habla hispana, excepto Cuba y Nicaragua. El primero por obviedad; el segundo, supongo que será porque saben que un libro no alimenta, al menos el estómago.