domingo, 3 de agosto de 2008

Apuntes madrileños (II)

Librerías

Aparte de reencontrar amigos y hartarme de trabajar, mis estancias en Madrid implican siempre visitas de varias librerías. Si escribo este post es tanto por el ánimo de compartir contigo algunos rincones en los que yo me deleito, como por la esperanza de si algún extraviado lector se acerca a estas líneas, me indique alguna otra librería digna de conocer.

Entre las librerías de nuevo, aparte de evitar dar pasta al señor Lara de Planeta comprándole en La Casa del Libro, frecuento La Central del Museo Reina Sofía. Además del privilegiado enclave (me parece extraordinaria la ampliación del Museo), lo destacable del lugar es el hallazgo de multitud de títulos en su lengua original, si bien algunos eurillos más caros que si fuesen comprados en el país de origen. También es posible encontrar alguna edición antigua desperdigada -así compré El compromiso racionalista de Bachelard, y acabo de adquirir estos días La Sagrada Familia de Marx y Engels- y ediciones latinoamericanas inencontrables en el sur -vi la versión del Fondo de Cultura de Seguridad, Territorio, Población y compré Lo normal y lo patológico de Canguilhem-.

También suelo visitar la librería Paradox, la de Marcial Pons y la recién descubierta librería Pasajes, cuyo nombre acaso rinda homenaje al gran Benjamin. En Paradox pueden encontrarse algunos títulos de casas minoritarias, en Marcial Pons me surto de libros jurídicos y en Pasajes, junto a todos los textos editados por Trotta, disponen de una buena selección de libros de texto y de lectura de lengua extranjera. Aprovechando tal oferta, compré ayer agunos textos para la preparación de quinto de alemán, a ver si consigue uno por fin el título superior en ese endiablado idioma.

Entre las librerías de viejo, aparte de los quioscos de Moyano, recomendables para comprar unos euros más baratos las novedades literarias de Anagrama y Tusquets, doy una vuelta cada vez que vengo por Dédalus. Aunque regentada por un señor colombiano bastante antipático -por mucha publicidad que de ella haga Sergio Pitol-, pueden encontrarse allí muchos textos traducidos en los años cuarenta y cincuenta por los exiliados españoles y editados por Losada y el Fondo de Cultura, además de libros de ciencias sociales publicados por Siglo XXI o Taurus que están ya fuera de catálogo
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me da envidia, pues una de las cosas que más me gustan es perderme en las librerias. Pero como vivo en provincia, puedo acceder a bien pocas. Alguna ventaja tenia que tener trabajar en agosto en la capital, no?. Un saludo.

Anónimo dijo...

Veo que eres todo un experto en librerías madrileñas, Dick. Estoy totalmente de acuerdo con lo dices sobre La Central, Paradox y Pasajes. No conocía Dédalus, y eso que llevo casi treinta años en esta ciudad.

También te recomendaría la librería Antonio Machado del Círculo de Bellas Artes. En la sección de filosofía y ciencias sociales suelo encontrar todo aquello que a veces echo en falta en La Central. También me gusta bucear en la sección de literatura, donde suelo encontrar todas aquellas novedades literarias que jamás encontrarán espacio en los escaparates y pilas de la FNAC o La Casa del libro. Ah, y también son más que recomendables las propias ediciones del Círculo de Bellas Artes: ahí tienes desde transcripciones de conferencias de Zizek hasta monográficos sobre el situacionismo, las vanguardias, el surrealismo, etc.

Por último, no podría dejar de mencionar dos librerías pequeñas, alternativas y sólo aptas para los interesados en filosofía política y movimientos sociales. Me refiero a Traficantes de sueños (c/ Embajadores nº 36, local 6), donde podrás encontrar, entre otras muchas cosas, el catálogo completo de la colección Cuestiones de Antagonismos de Akal o las propias y más que recomendables ediciones de Traficantes; y La Ceiba (c/ Amor de Dios nº 11, metro Antón Martín), que además de ser tienda de comercio justo y artesanías varias tiene una sorprendente colección de libros en la que predominan textos de Akal, Foca, la Catarata, etc.

Sebas Martín dijo...

Querido anónimo, qué puedo decirte del estado de las librerías en provincias, si es donde paso la mayor parte del año. Sólo nos salva internet, previo pago del impuesto revolucionario por costes de envío...
Tomo nota, estimado Crates. Espero poder visitarlas antes de marcharme de Madrid.