jueves, 5 de febrero de 2009

Guantánamo y nuestra vicepresidenta

Viendo ayer un telediario de última hora, hubo dos noticias que llamaron mi atención. La primera de ellas hacía referencia a un acuerdo adoptado por el parlamento europeo que mostraba la confirmidad a Obama para colaborar con el desmantelamiento de Guantánamo. Me dejó un poco perplejo el titular, que afirmaba que Europa ayudará a los Estados Unidos 'siempre y cuando lo pida el nuevo presidente personalmente'. Pero lo que me escandalizó del todo fue el acuerdo que se prestaba a tomar la cámara europea: se trataba, según dijeron, de reubicar en centros penitenciarios europeos a los presos sobre los 'que no hubiese recaído acusación alguna o a aquellos cuya vida corre peligro caso de regresar a sus países respectivos'. Pero señores, si Guantánamo es un engendro es precisamente porque tiene recluidas a personas sin que medie la menor acusación ni mucho menos sentencia judicial. No hay que reinstalar a esos reclusos, sino sencillamente liberarlos. Pero estamos tan domesticados, que hasta afirman abiertamente sus propósitos, como si no hubiese atisbo de barbarie en ello.

La segunda, cómo no, fue la imagen de nuestra vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega rindiendo pleitesía a los altos jerarcas de la Iglesia. Qué vergüenza. ¿Era necesario? Lo primero que ha perdido la socialdemocracia rampante y reinante es toda noción de la política: no se trata, en efecto, de quemar iglesias y conventos, sino de negociar con una institución adversa a todo ideario mínimamente progresista, sabiendo que se le suelta una pasta gansa cada año. Muy bien, yo no toco vuestros fondos, pero, a cambio, ud da un escarmiento a tal emisora de radio, o algo así. Qué barato se venden y nos venden estos socialistas. Qué diferencia con Angela Merkel, líder democristiana, que salía -¿a conciencia?- en la noticia subsiguiente poniendo firme a Raztinger por fichar a un nazi para su cohorte. ¿Es que sólo desde el conservadurismo se puede hablar claro cuando cumpla?

2 comentarios:

Duarte dijo...

Me imagino el papel con el que envolvieron ambas noticias: progreso, futuro, democracia.

El telediario es una ofensa a la mente informada. Hoy me dio por ojear la agencia de comunicación del emporio multimediático Antena 3. Me viene a contar una atractiva rubia, que dice que es periodista y no un maniquí, que el ex-senador imperial B. Obama es un líder revolucionario que piensa obtener los fondos para una hipótetica sanidad pública "para los niños pobres" (sic) de los impuestos indirectos al tabaco, ese vicio proletario. Cuando el gobierno venezolano tasó directamente a las petroleras para obtener fondos para los programas de asistencia o "misiones", se le llamó "populismo" (aunque ya aclaró en su momento Fernández Buey qué es el populismo: www.elpais.com/articulo/opinion/populismos/elpepiopi/20070507elpepiopi_11/Tes).

No es doble rasero. Ya sabemos lo que es.

Sebas Martín dijo...

Gracias por tu comentario Duarte. Por cierto, además de todo mi apoyo para iniciativas como la que promueves, te recomiendo un libro que estoy leyendo, porque es ético su propósito, pero sobre todo porque evidencia los límites intraspasables por el social-liberalismo cuando se pone a estas cosas de la memoria: Marcial Sánchez Mosquera, 'Del miedo genético a la protesta. La memoria de los disidentes del franquismo', 2009.

Un saludo
Sebas