jueves, 1 de mayo de 2008

El liberalismo progresista, hoy

Llevo unos meses volcado en el siglo XIX español. Parece claro que por encima de una concatenación de cartas constitucionales se está construyendo una estructura política desde al menos 1834 hasta 1931. Los agentes sociales de este mundo no son sino los procedentes del Antiguo Régimen y las dos familias liberales, moderados y progresistas, con clara exclusión del movimiento democrático y social, vivo y visible desde los años cincuenta del XIX. El protagonista indiscutible es el moderantismo, que despliega su programa sobre el terreno labrado por los progresistas.

Vivimos un siglo XIX redivivo. La presente diatriba espectacular entre el PSOE y el PP por configurar el Estado equivale a aquellas dos corrientes liberales disputándose los matices de una misma estructura política. Sea por propia convicción, o por necesidad de atraerse la compaciencia de industriales y empresarios, el PSOE resulta además mucho más forofo del capitalismo en su política económica que un PP todavía sensible a cierto tradicionalismo que opone a la concurrencia el dogma religioso, la unidad familiar o la moral nacional. En cualquier caso, el PSOE actual está mucho más próximo al liberalismo progresista que a su homónimo antecesor. Como sucediese entonces, nuestra organización política se caracteriza por estar construida sin representación de las capas currantes. Y ello, aunque éstas voten, pues no parece que nadie preste voz a sus intereses. Quizá eso sea lo que falte: algún acontecimiento o alguna personalidad con capacidad catalizadora..
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy acertado comentario. El PSOE engaña con su denominación a la clase currante, para después no acordarse de ella en absoluto. El PP es la derecha reaccionaria, y el PSOE es la derecha con máscaras amables.